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Desde a galeria norte do Pátio dos Arrayanes, através de um arco apontado decorado com mocárabes, chega-se à Sala da Barca. O nome parece originar-se de uma degeneração do termo árabe *baraka*, que significa bênção. Esta sala, de forma retangular, mede 24 metros por 4,35 metros. Inicialmente, era menor, e sua ampliação foi realizada por Mohamed V. A sala possuía uma abóbada semicilíndrica que foi destruída pelo incêndio de 1890, sendo substituída por uma reprodução concluída em 1964. As paredes exibem ricos trabalhos em estuque com o brasão nasrida, contendo a palavra «Bênção» e o lema da dinastia: «Só Deus é vencedor».
A sala é circundada por um rodapé decorado, em cujas extremidades encontram-se alcovas revestidas com azulejos. Essas alcovas possuem colunas que sustentam arcos elevados e festonados de mocárabes e pechinas.