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Entre a Torre das Infantas, a Torre da Cativa e a Torre dos Sete Andares, encontra-se o chamado Secano da Alhambra. Nesta área, há múltiplas ruínas de edifícios árabes e cristãos. O nome Secano deve-se à destruição, no século XVI, dos sistemas de condução de água que irrigavam esta zona. A Alhambra Alta corresponde à área sudeste do conjunto, composta pelo Secano e pelo espaço que se estende até aos Jardins do Partal e à Porta do Vinho, parte do qual é ocupado pelo Palácio de Carlos V.
A Alhambra Alta, ou população da Alhambra («Madinat al-Hamra»), situava-se em um nível mais elevado do que os alcázares, dos quais era separada por um fosso (um trecho deste ainda pode ser visto entre a Torre da Rauda e o Pátio dos Leões).
Durante o período árabe, formou-se aqui uma pequena cidade, onde residiam os principais membros da Corte e estavam localizados os centros administrativos e religiosos, além de numerosos palácios e jardins. Após a conquista de Granada, os habitantes tiveram que abandonar a área e mudar-se para a cidade baixa. Muitos dos edifícios foram destruídos ou remodelados, restando pouco do que existia originalmente. Destacam-se o ex-Convento de São Francisco (antigo palácio árabe convertido em convento como cumprimento de uma promessa dos Reis Católicos a São Francisco de Assis) e o Palácio de Tendilla.