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Der Abencerrajes-Saal (Sala de los Abencerrajes) liegt gegenüber dem Zwei-Schwestern-Saal. Der Name stammt von der Legende, dass in diesem Saal die Ritter des granadinischen Geschlechts der Abencerrajes enthauptet wurden. Man weiß aber nicht genau, welcher Monarch die Exekutionen anordnete. Tatsächlich ist ein Rostfleck in dem Marmorbecken der Saalmitte, was man mit Fantasie als das Blut der Abencerrajes sehen kann.
Am Saaleingang gibt es zwei Bögen. In deren Mitte verläuft ein Gang, der nach links in das obere Stockwerk und nach rechts zum Portal des ursprünglichen Palasteingangs führt. An den Seiten des quadratischen Innenraums gibt es Alkoven. Die Bögen sind besonders schön geschmückt, die Säulenkapitelle sind blau und die Decken mit Malereien dekoriert. Stuck bedeckt die Wände, deren unterer Teil mit Fliesen aus dem 16. Jahrhundert im Renaissancestil bekleidet ist. Über den acht mit Stalaktiten verzierten Trompen ist eine prächtige Stalaktitkuppel angebracht. Auf den Trompen steht: „Es gibt keine Hilfe außer von Gott, dem Milden und Gnädigen“. Durch die Fenster unterhalb der Kuppel tritt sanftes Licht ein, das die Stalaktiten erhellt und sie einzigartig aussehen lässt.