Abren al público las habitaciones de Washington Irving en la Alhambra

GD

 

Los turistas que visiten la Alhambra durante el mes de marzo podrán acceder los martes, miércoles y jueves a las habitaciones que ocupó Washington Irving durante su visita a la ciudad de Granada y que, generalmente, permanecen cerradas al público por criterios de conservación.

Las estancias fueron ocupadas en 1829 por el escritor estadounidense, autor de "Cuentos de la Alhambra", obra que difundió el nombre del monumento internacionalmente, y del "Album de firmas de la Alhambra", con el que intentó evitar que los visitantes dejasen sus rúbricas sobre las paredes de los palacios nazaríes.

Las habitaciones de Washington Irving, conocidas hasta el siglo XIX como "las habitaciones del Emperador", responden a un concepto muy distinto a lo que se plasmó en la "Casa Real Nueva" (Palacio de Carlos V), según informó hoy la dirección de la Alhambra en un comunicado, que recordó que la iniciativa se enmarca en el programa "Espacios del mes", impulsado para dar a conocer espacios del conjunto monumental que habitualmente permanecen cerrados.

Así, frente a la magnificencia, la majestad de vocación universalista y el poder militar que se exteriorizan en el Palacio de Carlos V, las habitaciones que ocupó el escritor poseen un sentido de intimidad y retiro, junto a un jardín cerrado, llamado Patio de Lindaraja.

La autoría de la traza de estas nuevas edificaciones ha sido atribuida a Luis de Vega, según la misma fuente, que señaló que a continuación de los dormitorios del Emperador se encuentran las llamadas "Salas de las Frutas", que completan el ala septentrional de los aposentos.

Estas salas se abren al jardín a través de sendos balcones rasgados en su muro meridional y sus artesonados de casetones octogonales alternan las pinturas de ramos vegetales con las iniciales "K" e "Y" (Karolus e Isabel).

Los ramos de flores y frutos son de tal calidad que han llevado a calificarse como uno de los primeros ejemplos de bodegón o naturaleza muerta de la pintura española, según la misma fuente, que añadió que la decoración fue realizada por Julio Aquiles y Alejandro Mayner, discípulos de Rafael en 1537.