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L'Alcazaba è, insieme alle Torri Bermejas, la parte più antica dell'Alhambra. Si pensa che prima della sua costruzione e dell'arrivo dei musulmani a Granada esistessero diverse edificazioni nella stessa zona. La prima notizia dell'esistenza dell'Alcazaba granadina risale al IX secolo, periodo in cui si suppone sia stata costruita da Sawwar ben Hamdun durante la lotta tra arabi e muladí.
L'attuale complesso lo dobbiamo a Mohamed I, che murò l'antico castello, eresse difese e tre nuove torri (la Quebrada, quella del Homenaje e quella della Vela), trasformando così l'Alcazaba in una vera e propria fortezza, dove il monarca stabilì la residenza reale. Questa funzione venne mantenuta durante il regno di suo figlio Mohamed II fino al completamento dei palazzi. Da allora, divenne una fortezza di carattere puramente militare.
Successivamente, con l'arrivo dei cristiani, furono eseguiti grandi lavori di riparazione nell'Alcazaba. In diverse epoche e per lunghi periodi, venne utilizzata come prigione di Stato, anche durante l'occupazione francese.
Come l'Alhambra, anche l'Alcazaba fu completamente abbandonata e trascurata per lungo tempo, ma a differenza di quella, fu solo alla fine del XIX secolo e all'inizio del XX secolo che iniziarono i lavori di restauro, esplorazione e risanamento.