Los leones de la Alhambra podrían dejar de soportar la fuente de uno de los patios más admirados del conjunto histórico y pasar al museo para garantizar su conservación, medida que se ha planteado tras concluir la restauración de la figura número cuatro, que por el momento no volverá a la intemperie.
Esta figura, en cuya restauración se ha trabajado dos años, permanecerá en una de las salas del museo del conjunto histórico a la espera de que los técnicos decidan si la réplica, que se colocará en su lugar dentro de dos semanas, permanece definitivamente o se devuelve la original.
Así lo manifestó hoy la directora del Patronato de la Alhambra, María del Mar Villafranca, en la presentación de la restauración de dicha pieza, que fue extraída hace dos años para su estudio y mejora y que se ha trasladado a una de las salas del museo a la espera de que tanto la Comisión de Seguimiento creada para la intervención como la propia ciudadanía decidan "en un debate abierto" cuál debe ser la ubicación definitiva de la figura.
Villafranca explicó que en dos semanas se colocará en el hueco que dejó la pieza original una réplica creada gracias al estudio de restauración realizado que también afectará a los once leones restantes, proceso que durará al menos tres años.