Miradores de Granada
Granada cuenta con una gran variedad de miradores, cada uno con perspectivas únicas que capturan distintos aspectos de su riqueza histórica y paisajística. Desde vistas imponentes de la Alhambra y Sierra Nevada hasta panorámicas que abarcan la Catedral, el Albaicín o la Vega, estos miradores permiten disfrutar de la ciudad desde ángulos y atmósferas muy diversos.
Una opción para conocer a fondo la historia de la ciudad y disfrutar de las mejores vistas de la Alhambra es realizar una visita guiada por los miradores del Albaicín.
A continuación, presentamos una selección de los principales miradores de Granada, cada uno con su encanto y características especiales, para guiar a quienes buscan descubrir la esencia de la ciudad desde sus mejores puntos panorámicos.
Mirador de San Nicolás
El Mirador de San Nicolás es, sin duda, el más famoso de Granada. Situado en el corazón del Albaicín, este mirador ofrece la vista más icónica de la Alhambra y Sierra Nevada.
Al atardecer, es habitual ver a turistas y locales reunidos para contemplar como la luz dorada del sol ilumina la fortaleza. Además, alrededor del mirador, el ambiente es animado, con músicos callejeros y pequeños puestos de artesanía que completan la experiencia.
Llegar al Mirador de San Nicolás implica subir por las empinadas calles del Albaicín, pero el esfuerzo vale la pena. El camino puede ser un poco exigente debido a las cuestas, pero es muy recomendable para quienes disfrutan de caminar por las estrechas calles empedradas del barrio.
Mirador de San Miguel Alto
El Mirador de San Miguel Alto es el mirador más alto de Granada y ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad, la Alhambra, Sierra Nevada y la Vega de Granada. Desde aquí, la ciudad se despliega a tus pies y, en días despejados, Sierra Nevada parece aún más imponente.
Llegar al Mirador de San Miguel Alto es físicamente exigente, ya que está ubicado en el cerro de San Miguel. La subida a pie puede llevar unos 40 minutos desde el centro.
Este mirador es bastante popular al atardecer, pero más tranquilo que el Mirador de San Nicolás.
