10/03/2006 10:25:00
GD
El jefe del Gobierno polaco, Kazimierz Marcinkiewicz, se dejó hoy deslumbrar por el atractivo arquitectónico de La Alhambra durante una visita privada junto a su homólogo español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien, en broma, manifestó su deseo de trasladar su despacho a los jardines nazaríes.
El paseo, en el que participaron las delegaciones de España y Polonia reunidas hoy en Granada con motivo de la III Cumbre hispano-polaca, incluyó un breve recorrido de unos veinte minutos por estancias de La Alhambra menos conocidas por el público.
Acompañados por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y con la directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife, María del Mar Villafranca, como guía, ambos mandatarios iniciaron el recorrido en la cripta que sirve de elemento de unión entre el Palacio de Carlos V y el Patio de los Arrayanes.
Allí contemplaron el eje axial que conforman esas estancias y el Palacio de Comares, durante una visita en la que el jefe del Ejecutivo español, conocedor del monumento, que ha visitado al menos cinco veces, ejerció en ocasiones de guía con su homólogo polaco, quien repetía visita después de que ayer tarde recorriera La Alhambra durante unas dos horas, según fuentes del Patronato.
Con posterioridad se trasladaron al Patio de Los Leones, una de las más emblemáticas estancias de La Alhambra, que sirvió de escenario para la foto de familia, en la que posaron ambos mandatarios junto a los ministros de Interior, Fomento, Trabajo e Industria de los dos países, además del titular de Exteriores español, presentes también durante el recorrido.
El sistema hidráulico que hizo posible la vida en La Alhambra interesó especialmente a Marcinkiewicz, que consideró deslumbrante el monumento nazarí y el paisaje que desde él se vislumbra.
El recorrido culminó en los jardines de El Partal, donde Zapatero, sentado en un pretil, bromeó sobre la posibilidad de trasladar allí su despacho, deseo que transmitió al presidente de la Junta, quien durante el paseo aprovechó para ilustrar al mandatario polaco sobre la historia y la diversidad cultural de Andalucía.
Marcinkiewicz demostró, según fuentes del Patronato, una "enorme sensibilidad" hacia la belleza del conjunto monumental, especialmente durante el recorrido de dos horas del que disfrutó la tarde anterior, en el que se interesó por cuestiones como la estructura y el simbolismo del techo del Salón de Comares.
Conoció además algunos momentos de la historia del conjunto monumental relacionados con su país como cuando en 1526 el entonces embajador polaco acompañó a Carlos V durante una de sus estancias en el Palacio que lleva su nombre.
Tras el recorrido, al que precedió una reunión plenaria de ambas delegaciones y un posterior encuentro ante los medios, ambas delegaciones se trasladaron al Palacio de los Córdova para participar en un almuerzo que pone fin a la cumbre.
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