06/05/2024
La Alhambra de Granada recupera el esplendor de su emblemático Patio de los Arrayanes, uno de los patios más singulares que nos dejó la dinastía nazarí, caracterizado por su gran alberca cristalina donde se reflejan la monumental Torre de Comares y su pórtico. Desde octubre, se han llevado a cabo tareas de restauración en la fuente surtidora norte de dicha alberca.
El surtidor de esta fuente se ha desgastado por el uso y su exposición a los elementos en este espacio abierto. Para su restauración el Patronato de la Alhambra ha acometido una intervención de urgencia que empezó tras la visita a la Alhambra por los jefes de Estado de Europa, el pasado mes de octubre.
El pasado jueves se colocó un nuevo surtidor creado por la fundición granadina Moliné Segovia. Se trata de una pieza delicada de orfebrería similar a la existente en la Sala de Dos Hermanas. En su interior tiene un sistema que regula la presión de agua que, como ha sido habitual siempre en la alberca, se vierte lentamente tras caer en la taza y ménsula de mármol. Moliné Segovia es la empresa autora de otras famosas piezas escultóricas de Granada, como el Monumento al Viajero, algunas de las estatuas de la Avenida de la Constitución, el jinete de la fachada del Ayuntamiento o la Fuente de las Granadas.
Se ha tratado también el pie de apoyo y la solería adyacente, además de la fuente. Según Antonio Peral -jefe del Servicio de Conservación del Patronato de la Alhambra y Generalife-, “se ha eliminado toda la costra de suciedad de alrededor. Además, el mármol estaba sufriendo procesos de arenización y presentaba un aspecto poroso. Tanto la piquera como la taza tenían pérdidas de volúmenes y aspecto granolumétrico-.
El cloro con el que se trataba el agua hasta hace muy poco ha sido uno de los elementos que más han causado daños a una pieza con más de cien años de antigüedad. Según Peral, “aquí todo es original, lo que depende es de la época en la que se haya colocado. Al menos desde que se tiene conocimiento por la documentación fotográfica, desde 1850, se encuentra colocada esta fuente que ha llegado hasta nuestros días”.
Los trabajos de restauración implicaron el corte de suministro de agua; lo que ha supuso una tarea compleja por el enrevesado sistema de canalizaciones y riegos que conecta todos los jardines y espacios de la Alhambra, tal como explicó Javier Sánchez -jefe del Servicio de Jardines, Bosques y Huertos-. El riego de setos en el Patio de los Arrayanes se produce con la misma conducción con la que se surte la alberca, controlando también los surtidores. Por lo que se debió de suspender dicha conducción para las tareas de reorganización y limpieza. El agua posee un ecosistema propio que mantiene el control sin ningún tipo de producto químico ni alguicida. Tal como detalló Javier Sánchez, “es agua que viene además del Darro y no tiene tratamiento. En esta estancia y en la de las Damas el sistema para garantizar el efecto espejo supone que los peces controlan los detritus, las algas que se generan. Su presencia contribuye a que no haya restos en pudrición. En otras albercas en las que el reflejo no es tan importante como en estas dos salas, se utiliza un sistema de naturalización con algas caráceas en el fondo, plantas acuáticas en la superficie -que aquí no son posibles- y combinación de peces y anfibios que para crear un pequeño ecosistema".
Tras seis meses de intervención y verse inusualmente vacía la fuente para acometer dichas tareas, hoy podemos verla de nuevo en su máximo esplendor. Además, tras esta restauración se pueden regular de forma independiente los surtidores. Una intervención que ayudará a garantizar la conservación para las generaciones futuras.
Fuente: Granada Hoy.
Patio de los Arrayanes desde su fuente
La Torre de Comares reflejada en la alberca del Patio de los Arrayanes
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