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La Alhambra constituye un conjunto monumental único en España. Su historia, poblada de leyendas y embrujos, ha convertido a los conjuntos monumentales de la Alhambra y el Generalife en la ciudad de Granada en punto de referencia para el arte, la literatura, la música, y también el turismo mundial, destino de las almas sensibles.
Jardines de la Alhambra
Los jardines de la Alhambra simbolizan la culminación de una larga tradición de jardines y haciendas ajardinadas que comenzó en Córdoba a mediados del siglo VIII. Dado que la economía del mundo islámico medieval se basaba casi por entero en la agricultura, los cambios agrícolas tuvieron una profunda repercusión en al-Andalus. Todo esto se tradujo en una nueva habitabilidad del paisaje, con ramificaciones en el diseño de jardines.
El conjunto de la Alhambra se presenta como un conglomerado de edificios, de obras de fortificación y de jardines, todos ellos sabiamente dispuestos y admirablemente fundidos en una emocionante composición, envuelta por el verde manto de la densa vegetación que cubre todas las laderas de la colina. Los jardines forman un tejido dentro del cual se extienden edificios y construcciones de fábrica en armonía con la orografía del terreno y con las exigencias residenciales y defensivas. Los elementos de jardinería aparecen por doquier, tanto en los espacios interiores como en los exteriores; están presentes para animar las vistas, para consolidar las laderas, para enmarcar las panorámicas y para actuar como telones de fondo, asumiendo por todo ello un papel primordial de sostén compositivo.
El núcleo principal y más antiguo de la Alhambra se compone de un conjunto de recintos (la Casa Real vieja): el Patio de la Alberca, Patio de Comares o de los Arrayanes, que está en el centro de las salas y habitaciones donde se desarrollaba la vida oficial de la corte; y el Patio de los Leones, que ocupa el centro de la residencia privada de los reyes.