La Capilla Real es uno de los monumentos históricos más importantes de la ciudad de Granada y un lugar de visita obligada para los amantes del arte, la arquitectura y la historia de España. Alberga los restos mortales de los Reyes Católicos Don Fernando de Aragón y Doña Isabel de Castilla, su hija Doña Juana I, junto a su esposo Don Felipe I, y del príncipe Miguel. El príncipe Miguel murió con dos años y fue heredero de Castilla. Era hijo de Don Manuel el Afortunado y de Isabel, hija mayor de los Reyes Católicos, que falleció durante el parto.
En septiembre de 1504, los Reyes Católicos decidieron que sus restos reposaran en Granada, para ello, crearon por Real Decreto la Capilla Real. Apenas dos meses después, fallece la reina Isabel que en su testamento expresó el deseo de ser enterrada en Granada, concretamente en el Convento de San Francisco en la Alhambra.
La reina eligió ser sepultada en Granada por el simbolismo que conllevaba la ciudad como último reducto del Islam en la Península Ibérica. Además, para Isabel, la toma de Granada fue una auténtica obsesión que la marcó profundamente.
El rey Fernando falleció dos años después y, a pesar de haberse casado por segunda vez, fue enterrado junto a la reina Isabel en el Convento de San Francisco.
Carlos V, en 1521 y una vez terminada la Capilla Real, trasladó los restos de sus abuelos desde el Convento de San Francisco en la Alhambra hasta la Capilla Real.
La Capilla fue construida entre los años 1505 y 1517 y está dedicada a San Juan Bautista y San Juan Evangelista. La construcción de la Capilla se encargó a Enrique Egas con la premisa de que tenía que estar integrada con la Catedral de Granada.
La Capilla sólo tiene una fachada exterior, los otros tres lados están unidos a la Catedral, la Lonja y el Sagrario. Sus muros se apoyan en contrafuertes decorados con elegantes pináculos y antepechos calados, coronados por una sofisticada crestería. En su decoración destacan también gárgolas y ventanales de diseño sobrio, junto con los escudos e iniciales de los Reyes Católicos que se encuentran en todo el conjunto.
El sepulcro del Rey Fernando y la Reina Isabel es obra del escultor florentino Domenico Fancelli. Es un monumento funerario de estilo exento con forma troncopiramidal.
La figura yacente del Rey está representada con armadura y un manto, sosteniendo su espada y mostrando un rostro finamente modelado. La Reina, por su parte, luce una vestimenta sencilla y sus manos descansan con suavidad sobre su cuerpo, simbolizando humildad y honestidad. A los pies de los monarcas reposan dos leones, símbolos de realeza y vigilancia.
Los temas que se representan en el cuerpo principal de la cama del sepulcro están directamente relacionados con la imagen que los Reyes querían transmitir de sí mismos.
Los lados del sepulcro están decorados con cuatro medallones. Los situados en los testeros representan como jinetes victoriosos a Santiago en los pies, patrón de Castilla, y a San Jorge en la cabecera, patrón de Aragón. Los otros dos están representados por Cristo mediante escenas del Bautismo y la Resurrección. A ambos lados de la cama se distribuyen una serie de hornacinas que contienen figuras sentadas de los doce apóstoles.
En las esquinas, sobre la cornisa, se hallan estatuas de los cuatro padres de la Iglesia latina: San Agustín y San Ambrosio en los pies, y San Gregorio Magno y San Jerónimo en la cabecera.
Encabezando el sepulcro, angelotes sostienen los escudos de los Reyes, mientras que al pie se encuentra una inscripción recordando que Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, los Católicos, marido y esposa están enterrados en el sepulcro.
El mausoleo de Doña Juana y Don Felipe es una obra en la que participaron tres escultores: Domenico Fancelli, Bartolomé Ordóñez y Pietro de Carona. Ordóñez realizó modificaciones importantes al diseño original de Fancelli, añadiendo un sarcófago para las estatuas yacentes.
Los frentes de la cama sepulcral conservan la habitual disposición de hornacinas y medallones. En los medallones se representan escenas bíblicas: la Natividad, la Epifanía, la Oración en el Huerto y el Descendimiento. Las figuras dentro de las hornacinas representan a las Virtudes Teologales (Fe, Esperanza y Caridad) y a las Cardinales (Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza). Completan la decoración cinco alegorías de los Dones del Espíritu Santo, aunque su representación no corresponde a la iconografía habitual.
Encontramos otras figuras en la decoración del sepulcro con diferentes significados. Un hombre de complexión fuerte es identificado como Gedeón, símbolo de héroe en la tradición cristiana. Tres figuras sostienen libros, posiblemente representando disciplinas intelectuales como Aritmética o Retórica. Una mujer anciana con vestiduras amplias es generalmente identificada como Teología. Una figura femenina a los pies del sepulcro podría representar la Gramática, y una última figura femenina con las manos en oración y una herida en el pecho sugiere a Santa Anastasia, símbolo de resurrección.
Las esquinas del sepulcro están rematadas con figuras monstruosas. Estas figuras, complejas en su diseño, combinan torsos humanos, alas, cuerpos de ave y garras de león, y han sido interpretadas como sátiros, tritones, esfinges, arpías o sirenas. Las figuras femeninas, ubicadas cerca del altar, presentan cuerpos juveniles y bellos al estilo de las Venus clásicas, mientras que las masculinas, situadas en la cabecera, muestran rostros con barba y gestos más serios. Cada una de estas criaturas va acompañada por un niño desnudo (dos de ellos alados) que se les trepa o es sostenido en actitud de juego.
El diseño del sarcófago está inspirado en modelos romanos y renacentistas. Las figuras de los santos protectores de ambas casas reales adornan las esquinas: San Juan Bautista y San Juan Evangelista en el lado de Juana, y San Andrés y San Miguel en el lado de Felipe. Los costados del sepulcro están decorados con escudos de armas coronados, protegidos por el águila de San Juan y sostenidos por ángeles. El escudo de Juana está rodeado por un collar con granadas y flechas, mientras que el de Felipe lleva el collar de la Orden del Toisón de Oro.
La pareja real se representa con atuendos y símbolos acordes a su condición: Don Felipe lleva armadura y una dalmática decorada con los escudos de Austria, Borgoña, Flandes y los reinos hispánicos, con un manto de armiño y el collar del Toisón de Oro, portando la espada con ambas manos. Doña Juana muestra un rostro idealizado y sereno, elegantemente vestida al estilo borgoñón, sosteniendo un cetro y luciendo un rico collar. Sus figuras juveniles y estilizadas siguen la moda franco-flamenca y presentan un aspecto idealizado, sin carácter realista, destacando el rostro alargado de Juana. A los pies de ambos descansan un león y una leona. La ubicación de las figuras dentro del mausoleo otorga a Juana una posición jerárquica superior, similar a la de su madre Isabel.
Bajo los mausoleos se encuentra una pequeña y austera cripta donde están depositados los féretros reales, de plomo e identificados por su inicial.
El Retablo Mayor de la Capilla Real de Granada, creado entre 1520 y 1522, es una obra gótica única encargada por la reina Juana I de Castilla para honrar a sus padres, los Reyes Católicos. Este retablo fue diseñado por Felipe Bigarny, quien integró el estilo flamenco con influencias renacentistas. El retablo está dedicado a la vida de Cristo y a la Virgen María, y está compuesto por dos cuerpos y cinco calles.
El retablo está dividido en escenas detalladas de la vida de Jesús y la Virgen, con especial atención a momentos clave como la Anunciación, la Natividad, la Adoración de los Reyes Magos, la Crucifixión y la Resurrección. Cada escena está exquisitamente esculpida, y la composición general sigue un esquema que guía al espectador a través de la narración de la vida de Cristo en orden cronológico.
En el centro del retablo se encuentra una figura de la Virgen con el Niño, símbolo de devoción y tema central del conjunto. La parte superior está coronada con una imagen de Cristo Resucitado, que simboliza la victoria sobre la muerte y la promesa de vida eterna. La presencia de figuras de santos y mártires en el retablo enriquece su significado religioso, y cada figura está llena de expresividad y detalle.
El estilo de Bigarny, caracterizado por su habilidad para capturar expresiones y emociones, es evidente en cada escena del retablo. Las figuras están dotadas de gran dinamismo y realismo, con un uso de detalles minuciosos que muestran la influencia del Renacimiento en una obra eminentemente gótica.
Este retablo no solo es una joya artística, sino que también es una manifestación de la fe de los Reyes Católicos y su devoción. Su ubicación en la Capilla Real, lugar de sepultura de Isabel y Fernando, refuerza la conexión entre la monarquía y la religión en la época, resaltando el poder y la espiritualidad que los Reyes Católicos querían proyectar.
El Gran Retablo Mayor de la Capilla Real de Granada es una obra maestra de la escultura religiosa española, que no solo representa un legado de fe, sino también el auge del arte renacentista en España. Con su impresionante detalle y estructura, sigue siendo uno de los principales atractivos artísticos y religiosos de la Capilla Real.
La Lonja de la Capilla Real de Granada, fundada en 1518 y promovida por el banquero Esteban Centurión, es una estructura renacentista que sirvió como centro de comercio durante el siglo XVI. Su diseño es una muestra del arte gótico y mudéjar, con un marcado estilo renacentista en la decoración. Tras varias restauraciones, el lugar exhibe un artesonado mudéjar, piezas de arte y toda una sala presidida por la copia de la Rendición de Granada del pintor Francisco Pradilla, haciendo de este edificio un acceso digno a la Capilla Real.
El horario de visitas a la Capilla Real es de lunes a sábado de 10:00h a 18:30h y los domingos de 11:00h a 18:30h (cierre de puertas del monumento a las 19:00h).
La Capilla Real cierra el Viernes Santo, 25 de diciembre y 1 de enero.
Tiene horario reducido: el 24 y 31 de diciembre de 10:00h a 13:00h, el 6 de enero de 11:00h a 18:30h y el 2 de enero de 16:00h a 18:30h.
La visita turística está suspendida durante los actos litúrgicos.
La accesibilidad al monumento puede presentar ciertas limitaciones. Dado su carácter histórico y monumental, no es posible realizar instalaciones externas. Antes de la visita, se recomienda solicitar información específica sobre accesibilidad para evaluar si es adecuada para sus necesidades.
La hora más recomendable y tranquila para realizar la visita es a primera hora de la mañana.
La Capilla Real dispone de un servicio de audioguías en varios idiomas.
La Capilla está en pleno centro de Granada. Se llega fácilmente desde cualquier parte de Granada. El acceso a la Capilla Real es por la antigua Lonja de Mercaderes, en la calle Oficios, una calle de acceso peatonal desde Gran Vía o la calle Reyes Católicos.
No se puede llegar en coche a la Capilla Real porque el transporte privado está restringido en el centro de la ciudad.
Puede llegar a la Capilla Real de Granada en las líneas de autobús urbano 4, 8, 11, 21, 33, C31, C32, C34 (parada Gran Vía / la Catedral) y en las líneas C30, C35 (parada en Plaza Isabel Católica).
También se puede llegar en taxi.
No está permitido el acceso de animales, salvo los perros guía.
Los menores deben ir acompañados y se espera que los visitantes mantengan el orden, la limpieza y un comportamiento respetuoso con el patrimonio.
Al ingresar, se debe apagar el móvil. No se permite tomar fotos ni grabar videos.
Tampoco se puede comer, beber ni fumar.
Es necesario guardar silencio, vestir con decoro y descubrir la cabeza en el interior.
Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecerle nuestros servicios, mostrar vídeos, obtener estadísticas y ofrecerle publicidad personalizada.
Más información en nuestra política de cookies.